Situémonos: Real de la Feria de Málaga. Entre la tómbola de la familia Carmona, la caseta de “Er Malasombra” y el tren de la bruja se esconde un puesto particular, extraño, inverosímil, casi rozando la frikada: el puesto del vendedor de turrones.
No hace falta decir que la Feria de Málaga es en Agosto; donde entre abanicos y lamparones en los sobacos todo el mundo busca una buena sombra donde poder tomarse un vinito dulce bien frío.
Así pues, una vez situados, me asaltan a la cabeza una serie de dudas ante tan singular hecho, ante tan singular puesto:
- El vendedor, ¿a que se dedica el resto del año?
- ¿Quien es el público potencial de este tenderete?
- Esos turrones, ¿son los de las navidades pasadas o los de las navidades futuras? (esto empieza a parecerse escalofriantemente a un cuento de Dickens)
- Si Ferrero Rocher tiene un código de calidad para no vender sus productos en verano, ¿El Almendro no? (El Almendro vuelve a casa por Navidad y pa la Feria; po no es listo er tío).
- 1880, el turrón mas caro del mundo, ¿sera Agosto una buena época pa conseguir una rebajita?
En un mar de dudas podría seguir preguntándome hasta la eternidad; pero es que la cosa no acaba aquí. Si le preguntamos a nuestros mayores, esos que de todo saben y que pocas veces se quieren callar algo, nos cuentan que el puesto de vendedor de turrones es tradicional, es decir, que ya era un fijo de la Feria cuando ellos aún eran jóvenes.
No quiero ni imaginarme, llegados los tiempos modernos, lo que podría haber sido perfectamente una conversación entre un padre y un hijo de esta bella estirpe de maestros vendedores de turrones veraniegos:
- Papá,... este,... me gustaría comentarte un cosa.
- Dime hijo.
- Que esta feria no voy a sacar el puesto de turrones.
- ¿¿COMO??!!!, ¿Para eso he estado yo toda la vida vendiendo turrones en Verano?, ¡Esto es un legado familiar! Yo vendía turrones, tu abuelo vendía turrones, el padre de tu abuelo vendía turrones, el abuelo de tu abuelo...
- Pero papá (entre lágrimas), quiero poner un puesto de hamburguesas, pienso que podría tener mejor salida.
- ¡Ja! ¿Sabré yo lo que quiere la gente?, o dime tu hijo mío ¿que preferirías tomarte una noche a la fresquita? ¿una de tus hamburguesas o un buen turrón del duro?
En fin, quizás algún año el pregonero deje de hacerle la pelota a Málaga y diga cosas importantes, aclarándonos estas dudas que nos corroe a la sociedad malagueña. Mientras tanto habrá que seguir cavilando sobre el vendedor de turrones o sobre el que vende cocos (con ese sempiterno chorrito de agua mojandolos), que ese también es para analizarlo aparte.¡Reflexionen!
Turron y Cartojal, la mejor pareja de feria.
ResponderEliminarRecuerdo como si fuera ayer el día en que, acompañado por mi buen amigo Daniel, me adentré en el mundanal ruido de la feria de Los Prados (luego nos percatamos de que se trataba de la feria de Málaga), bajo los efectos de la magia psicodélica.
ResponderEliminarAllí estaba el turronero, sin complejos, sin malos modos, con su conciencia intacta. Pero para el resto de los presentes no se trataba de un comerciante más.
A mi juicio, el señor de los turrones cumple una función básica en nuestra sociedad, a la vez de cubrir un vacío sustancial que arrastrábamos desde la edad media. ¿Dónde puedo encontrar turrones en agosto?
Las grandes superficies parecen dar la espalda a este producto tan dulce como español. ¿Es que no tienen escrúpulos? ¿Es que en esta sociedad, decrépita y siniestra, no queda hueco para ese ángel que nos proporciona turrón a mitad de precio al borde de la legalidad sanitaria?
No sé ustedes, pero aquí un servidor desea sentarse a la orilla del arrollo "Las Cañas" a degustar una última vez un buen trozo de turrón duro que fue blando el año pasado, a contemplar el súbito atardecer de una Málaga inhóspita y sombría que parece haber olvidado al hombre de los turrones,...
Y hasta aquí otra entrega de "La gente de Pablo".
Muchas gracias.
esta wapo el analisis...xq no analizais tb las borraxerraaaaaaas sobres la de ciertas personas...uuum uuum jejejej!!!
ResponderEliminarPues en el pueblo de mi padre, en Jaén la feria era(y es) en septiembre, y alli estaba el puesto de turrones, pero no como lo ha descrito aqui Dani, alli lo ponian en el suelo, y entonces tu ibas con tu moneda de 25 pesetas, e intentabas que esa moneda se quedara encima del turrón, si se quedaba te lo llevabas a casa, de lo contrario, perdias los 5 duros.Guardo con gran añoranza ese recuerdo de mi infancia...
ResponderEliminarComentarte que los turrones que ponen en las épocas veraniegas, si eres un poco observador, verás que todos son los duros, con almendras, nada de chocolate, para que no se estrope, y por último decir que perdura en el tiempo porque siempre hay algún curioso que quiere probarlo, o que le apetece en ese momento, o porque recuerda que es el favorito de su abuela, madre o de alguien cercano. Esa es la gracia del turron en las ferias de verano.
¿De verdad merecía la pena perder 5 duros por comer turrón de Alicante en Septiembre?
ResponderEliminarYa sabía que los turrones veraniegos eran solo "del duro". De hecho en Jijona se llega al pleno empleo los meses de Julio y Agosto. A veces incluso vienen caravanas de trabajadores rumanos para poder cubrir toda la producción.
Además, que entiendo perfectamente que entre algodón de azúcar y manzanas caramelizadas te pueda apetecer un poquito de turrón; es lo mas normal del mundo.
Si merecía la pena porque yo tengo muy buena punteria y siempre me lo llevaba a casa :P
ResponderEliminarconocéis a alguien que alguna vez haya comido turrón del duro? y peladillas? si las hacen es porque alguien debe haber que se las come. no? (X Files)
ResponderEliminarDesde mi punto de vista los puetos de turron son la alegria de todos los niños y personas mayores y como todos los negocios pueden tener determinada higiene, y por experiencia se que hay de todo pero en mi caso , nada de mal cuidado de la alimentacion , pues tenemos curso de manipulacion de alimentos y demas . Ya que hoy en dia hay mucho control en las fiestas y no es como antes , todo esta envasado con fecha de caducidad y la gente es muy exigente , pide la mejor calidad , si no la hay , imposible que el negocio de frutos .
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