miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Dolor II

Hace un tiempo mi compañero de blog Pablo nos trajo un vídeo titulado El dolor, esto me recordó algún que otro documento audiovisual que se ha quedado grabado en mi retina y a partir de ahora iré compartiendo con vosotros poco a poco.

Hoy es el turno también de un incidente ocurrido en un colegio, pero esta vez abandonamos los Estados Unidos para dirigirnos a Rumania.

En un barrio a las afueras de Bucarest de familias de clase baja se encuentra el colegio publico de San Paul donde intentan que las futuras generaciones rumanas se labren un futuro sin tener que recurrir a la hospitalidad española.


Para ello, el colegio cuenta con profesores como nuestra protagonista del vídeo Nadia Enescu, la cual sabe del riesgo que conlleva el convivir día a día con preadolescentes que se conocen miles de formas de atormentar psicológicamente a una profesora, algunas de estas formas tan fuertes e impactantes que provocarían que mas de un psicólogo perdiera la cabeza.

Por eso, sabe que la mejor forma de controlar a estos niñatos es con firmeza y mano dura, y esto ultimo literalmente, ya que ha abofeteado a mas de uno y se ha corrido la voz de tal forma, que la policía ha venido a detenerla y vienen acompañados de las cámaras de televisión de Rumanía Directo.

Es en este momento cuando empieza el vídeo y donde nuestra maestra Nadia empieza a desmentir de forma agresiva los cargos por los que se le acusa, llegando esta impotencia al punto de darle una bofetada de revés descolocándole las gafas a nuestro policía Tiberiu Nastase, el cual ya tiene una pésima reputación dentro de la comisaria, donde solo se le reconoce por ser capaz con su olfato de reconocer los sabores de las 12 rosquillas de una caja cerrada de Dunkin Donuts.

Tiberiu, sabedor del ridículo que esta haciendo por televisión, se vuelve a colocar las gafas y empieza a sentir un calor por su interior que estalla dándole una soberana y sonora bofetada a Nadia, provocando que esta se desmorone al darse cuenta de que no puede hacer nada contra la autoridad y se dirige hacia el pasillo de camino al coche policial, no sin antes hacer una leve parada para volver a decirle algo a Tiberiu, el cual ve un pequeño gesto que le hace como buen boxeador prepararse de una nueva bofetada, pero todo quedo en un amago.

Por ultimo, vemos como aparece en escena por una puerta una profesora muy viejecita soltándole en rumano el típico: ¡Te lo dije! Pero antes de que pudiera ocurrir algo con ella, otra compañera cierra la puerta, evitando represalias de Nadia.

6 comentarios:

  1. Me gustaría ser el primero en comentar antes que nadie para dejar bien claro que desde Pa los 30 no apoyamos ningún tipo de maltrato sexista, y que solo nos dedicamos en este vídeo a adornar la historia de un hecho real, ya que es totalmente cierto que esta mujer esta siendo detenida por pegar a sus alumnos.

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  2. Por mi parte, tolerancia cero ante cualquier tipo de violencia. Ni como método pseudopedagógico ni como imposición autoritaria. Mucho menos cuando viene motivada por el arraigo de los arcáicos y sexistas valores dominantes.

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  3. La hostia sonó hasta en la última aula de aquel colegio, la ira de Tiberiu se fue apoderando de el en lo que tardaba en colocarse las gafas y el resto de la historia ya era inevitable.

    Me encanta también esa finta semicobardica de boxeador loser que hace al final, aunque finalmente Nadia decida no cagarla mas y volver a redirigirse al coche patrulla; y es que no se le puede plantar cara a la autoridad, al menos no a la autoridad rumana.

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  4. La supuesta hospitalidad española hacia las juventudes rumanas es algo que habría que analizar más detenidamente...

    A parte de esa nota facha, fascinante ver el antes y el después de la tia, a raíz de la bofetada. Toda una demostración de perro ladrador...

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  5. qué violencia de género ni qué mierdas, el podre Tiberiu tiene pinta de ser el mataillo del cuerpo de policía, a saber lo que tuvo que aguantar al volver a comisaría, que seguro que le vieron todos por la tele. más fuerte le tenía que haber dao!

    P.D: talmente dacuerdo con Poda, al pobre se le ve conteniendo la mala leche hasta que ya no pudo mas. te kiero tiberiu

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  6. Lo gracioso es que, con su bofetada, Tiberiu demuestra que una ostia a tiempo como método disuasorio sirve para imponer autoridad... a lo mejor no iba tan desencaminada la pobre chica con sus métodos.

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