sábado, 17 de septiembre de 2011

Dr. Tyrius


-Eso es, señores, siéntense. Por favor, tomen asiento. Ustedes, vayan colocándose a final de la sala. No se preocupen, la acústica es excepcional, por favor, no se apelotonen aquí. Eso es. Les agradecería que fueran tomando asiento y guarden silencio. El Dr. Alexander Tyrius tomará la palabra a continuación. Tengan ustedes en cuenta que, pese a la gran expectación causada, el Dr. Tyrius se halla aún convaleciente y exhausto tras su vuelta. Por favor, Dr. Martenus, tenga la amabilidad de guardar silencio. Como les decía, el Dr. Tyrius se encuentra agotado de su viaje, no puedo más que agradecerle fervientemente que acceda a proceder con el informe en esta misma mañana. Doctor Tyrius, adelante, por favor.
-Bien, buenos días a todos. En primer lugar, gracias por su paciencia, entiendo y comprendo su preocupación, señores, sobretodo teniendo en cuenta que programé mi vuelta para hace más de dos semanas. En el transcurso de mi intervención procuraré aclararles todos los motivos por los que no me ha sido posible regresar hasta el día de hoy.
-¿Cuándo supo que era el momento de volver?
-Verá, Dr. Nicleas, tuve toda la información perfectamente documentada y etiquetada hace 24 días. Quiero decir, lo que para ustedes han sido y han significado 24 días. Como entenderá, en estas circunstancias el dominio y el control del sentido del tiempo trasciende a lo ideal.
-Disculpe, Dr. Tyrius. ¡Zilda! ¡Zilda! Por favor, Dra. Buled, no se quede en la puerta, pase y colóquese al fondo. Sin duda disculpará que hayamos comenzado sin usted. Perdón, Dr. Tyrius, continúe.
-No sabía que la Dra. Buled seguía formando parte del Consejo. Es un honor poder contar con su presencia. Como decía, caballeros, los objetivos de mi viaje se cumplieron en las fechas previstas, si bien ciertos contratiempos me han hecho permanecer unos días más en La Era.
-¿Qué tipo de acontecimientos?
-Si les parece, comenzaré relatándoles desde el principio, es decir, desde el momento en que me desplazo a La Era.
Mi llegada, tal y como planeamos mi equipo y yo, se efectuó en un lugar preciso de lo que hoy conocemos como la isla de Besinto. A la hora solar 3, y lejos de cualquier atisbo de agrupación humana o tribal. Afortunadamente, mis atuendos fueron estudiados con anterioridad para pasar desadvertidos, basándonos en los escritos de nuestros sabios antepasados.

2 comentarios:

  1. Que es esto Pablo?
    Para cuando el siguiente capitulo?

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  2. Yo lo único que te puedo adelantar es que te va a enganchar...
    Espero ansiosa el próximo capítulo.

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