Hipnosis, ¿fantasía o realidad?

Mucho se ha hablado de la hipnosis. Sobretodo a nivel popular, se la considera parte de la magia y del engaño. A nivel científico, una herramienta útil en el tratamiento de numerosos aspectos como la ansiedad o la depresión. Desde "Pa los 30" os acercamos a la realidad de una práctica cargada de misticismo y leyenda.

Me encuentro realizando un curso práctico de hipnosis, y debo reconocer que partí de cierta incredulidad que aún no ha sido vencida del todo. Pero sin duda presenciar ante mis ojos varias prácticas de hipnosis reales me han hecho ver la verdadera naturaleza de este fenómeno psicológico.

En primer lugar, dejar claro que el verdadero poder de la sugestión la posee el hipnotizado, y no el hipnotizador, lo cual se aleja de nuestras perspectivas iniciales. Cada persona es más o menos sugestionable, y tal aspecto simplemente influye en el tiempo que debe dedicarse para que el sujeto "entre".

El primer paso es colocarse en una posición cómoda, de manera que puedan relajarse todos o casi todos los músculos. Se comienza con una práctica de relajación simple (cerrar los ojos, modular la respiración, visionar paisajes, relajar poco a poco los músculos del cuello y de la cara, etc). Dependiendo del sujeto, el hipnotizador comprobará cuál es el momento de inducir el estado hipnótico, ya que un músculo tenso, o un movimiento ocular es señal de que aún no está preparado.

Entonces cobra total protagonismo el poder de la sugestión. Esto es, CONVENCER al sujeto. Unos necesitan más tiempo que otros, dependerá del nivel de resistencia que muestre (hay personas que son incapaces de aceptar una orden de un extraño).

"Cierra los ojos. Concéntrate en el ritmo de tu respiración… tu
respiración es lenta… tranquila regular… a medida que
respiras lenta y tranquilamente vas notando como te vas
relajando… y a medida que te relajas te vas sintiendo
cómodo, tranquilo… (pausa)
Sientes tus párpados pesados, muy pesados… tan pesados
que aunque quisieras te resultaría muy difícil abrir los
párpados en este momento… los sientes pesados… muy
pesados… pesados y pegados…
A medida que respiras sientes tus párpados cada vez mas
pesados… pesados y pegados… tan pesados … tan pegados
que te resultaría muy difícil abrir los párpados en estos
momentos… los sientes pesados y pegados… muy pesados y
muy pegados… imposibles de abrir… sientes tus párpados
pesados, pesados, muy pesados, pesados y pegados .. tan
pesados tan pegados que resultará totalmente imposible abrir
tus párpados (pausa)
En un momento te voy a pedir que intentes abrir tus párpados
pero te vas a dar cuenta que los sientes tan pesados, tan
pegados que te resultará totalmente imposibles abrirlos, no
podrás abrirlos cuanto mas intentes abrir tus párpados mas
pesados y pegados estarán, estarán tan pesados, tan pegados
que te resultará totalmente imposible abrirlos, no podrás
abrirlos… cuanto más lo intentes cuanto más te esfuerces
más pesados y pegados estarán… intenta abrir los párpados
(fijarse bien en los párpados y rápidamente continuar)…
duerme, relájate… sueño profundo".

Es en este momento cuando el sujeto está "dentro". Se encuentra en un estado especial de la conciencia en la que, lejos de lo que se piensa, la persona es totalmente consciente y se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor, él decide si se va o se queda, si se despierta o sale. Él tiene el control.



A lo largo de la Historia, la hipnosis se ha visto envuelta en leyenda y superstición, sin duda víctima de su inclusión en espectáculos y en medidas terapéuticas irracionales denunciadas por el colegio oficial de psicólogos (programa "Flash Back", terapia hipnótica para dejar de fumar), y por el uso del estado hipnótico del paciente para inducirle posibles soluciones a sus alteraciones mentales con procedimientos sin ningún rigor científico (crear falsos recuerdos).

La hipnoterapia, afortunadamente, sigue dando pasos agigantados, hasta el punto de constituir el futuro de numerosas prácticas quirúrgicas en las que se puede prescindir de anestesia (y todos los riesgos que conlleva). Este fenómeno de la sugestión, denominado analgesia hipnótica, puede dejar boquiabierto al más incrédulo:




¿Cuánto hay en nosotros que aún no conocemos? ¿Qué poderes albergamos sin concebir que sean posibles? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar? Espero haberos sorprendido.