Es muy fácil, después de que España haya ganado una Eurocopa o una Copa del Mundo de fútbol, llenarse la boca con virtuosos del balón como Iniesta, Xavi o Silva. Pero hace mas de quince años, cuando la selección española era el eterno quiero y no puedo a nivel europeo, un hombre apareció casi de la nada para dejarnos su breve pero intensísimo brillo, como una estrella fugaz.
Fué en el Real Madrid campeón de la 94-95, donde por encima del pichihi Zamorano, las palomitas de Buyo o el debut del que a la postre sería el Gran Capitán, destacó el puñal que el Madrid tenía por banda izquierda: se llamaba José Emilio Amavisca.
Desborde, gol y sobre todo mucha velocidad asombraban a propios y a extraños, inclusive a su míster Valdano, el cual lo tenía como descarte a principios de temporada.
Era maravilloso.
De la noche a la mañana se había convertido en el mejor jugador nacional de largo. Los hombres le envidiaban, las mujeres le deseaban y todo el mundo le quería fichar para el PC Fútbol.
Pero esa mágica actuación de aquella temporada no perduraría en el tiempo. Su rendimiento bajó considerablemente. Pasó de ser estrella a ser gregario, de cabeza de cartel a telonero, de Frank Sinatra a Bertín Osborne.
Quizás haya exagerado mucho con ese último ejemplo porque la realidad es que cumplió el resto del tiempo que siguió en el Madrid así como en sus equipos posteriores Racing de Santander y Depor, pero nunca al mismo nivel.
Al menos nos ahorró el bochorno de verlo por televisión comiendo natillas Danone junto con Caminero o cualquier otro compañero en declive de la época.
Así pues, aunque Amavisca fué un jugador de una sola temporada, me sera inevitable recordar con cariño aquella campaña 94-95 del Puñal de Laredo.
Pr si no os acordáis de quién es, es el que centraba los balones a zamorano.
ResponderEliminarMajestuoso, suscribo al milimetro lo narrado por el señor D.P.N. Mas añado: joder como nos dolio a todos cuando se partio el codo el Sarriá.
ResponderEliminarGano el premio Don Balón y la temporada 95/96 también la hizo bastante buena a partir de ahí paso de ser un jugador sobresaliente a Notable.
ResponderEliminarWow, ¡el premio Don Balón!, no tenía ni idea de que la revista diese ese premio, pero desde luego no conozco a nadie que se lo pudiera merecer más que el Amavisca de ese año. La próxima vez deja tu nombre amigo; y gracias por participar.
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