¿Qué fue de... Carlton de "Príncipe de Bel-Air"?

Inaguramos nueva sección y... ¡VAYA SECCIÓN! en Palos30. Se trata de intentar desenterrar, entre todos, ciertos personajillos que marcaron nuestra infancia, nuestra adolescencia, nuestra neo-adolescencia (o la época en que ahora me encuentro, la re-neo-adolescencia).

El primero de ellos no podría ser otro que Carlton, de "Príncipe de Bel Air".

Alfonso Ribeiro, natural de Trinidad y Tobago (es un país, no un dueto cómico español de los 70), llegó a nuestras vidas de la mano del Príncipe de Bel Air, histórica SitCom del primer lustro de los 90 que muchos tuvimos la suerte de conocer siendo niños, y que marcó nuestros almuerzos durante años (se emitía a la hora de comer, junto con "Cosas de casa").

Alfonso ya se había adentrado en el mundo televisivo desde prepúbere, como bailarín en un anuncio de Michael Jackson, y en "Cuchara de Plata", serie que no alcanzó el éxito de The Fresh Prince.

Pero esta sección no es biográfica. Aquí no hacemos la pelota a nadie. Lo que queremos saber es dónde coño sa metío y que cojones ha hecho desde que acabó la serie en 1996. Y por qué no nos hemos enterao.

Prestó su voz a diversos personajes de series animadas, como "Spider-Man" o "Los Cazafantasmas". Aquí ya no podía permitirse mantener el Jaguar.

En 1996 se incorporó a la segunda temporada de la sitcom afroamericana "In the House", y permaneció en antena hasta 1999. Aquí ya decidió que lo mejor era dejar la mansión en Beberly Hills y mudarse a un apartamentito del centro.

En 2003 participó en una campaña publicitaria de "McDonalds", promocionando los sandwiches McGriddle. La oferta la encontró por Infojobs.

Más tarde aparece en películas distribuidas directamente en vídeo, que no llegan a estrenarse en cines, como "Seek & Hide" (2004) y "Lovewrecked" (2005). Fue por un cursillo del INEM no remunerado, pero en el que aprendió mucho.

Actualmente es gorrilla en Fresno (California), es adicto al crack y mantiene una relación sentimental con Angie, una chica a la que le gusta mascar chicle y menear el bolso en una esquina todas las noches de 12 a 6.

Una vez al mes, Alfonso acude al jardín de la mansión de Will Smith, a arrojar botellas de wisky vacías envueltas en papel marrón, y a gritar "¡Maldito Cabrón! ¿Por qué, Will? ¿POR QUÉ? ¡Lo tenía todo, y ahora no tengo nada,...! ¡Mírame, Will! ¿Te gusta lo que ves? ¡Puedo ser tu putita, si tú quieres! ¡Todo el éxito para tí, quédatelo! ¡El papel de Independence Day era para mí! ¡Para mí! ¡Maldito bastardo! ¡Me lo arrebataste! Me lo has arrebatado todo,..."