Pues esa misma pregunta se han hecho dos chicas, las cuales se les ve bastante sanas y mediante la instalación de una cámara espía en el culo de una de ellas han salido a pasear por Los Ángeles para comprobar a donde miramos los hombres, el resultado lo tenéis en este vídeo, gracias a este documento audiovisual algunos vamos a saber que cara ponemos cuando se nos van los ojos:
Como era de esperar, la tentación de mirar un trasero no nos la quita nadie, pero para nuestro publico femenino (si es que lo hay) no os llevéis las mano a la cabeza porque dos chicos al ver este vídeo han tenido la misma idea que ellas, y han puesto una cámara en el paquete de uno de ellos, ¿pensáis que ellas son mas discretas o tampoco se pueden resistir a echar un vistazo? Descubridlo vosotros mismos:
Me he sentido plenamente identificado, ¡con los dos vídeos!
ResponderEliminarlo del segundo video era de esperar...
ResponderEliminarlo del primero también
¿Y tú a que parte miras del sexo opuesto en la calle?
ResponderEliminarLo de la expresión "sexo opuesto" es de risa. ¿De verdad crees que la anatomía del sexo propio no llama la atención a nadie? ¡Actualízate!
Estoy a gusto en esta versión, no necesito actualización xD
ResponderEliminarYo aquí no respondo ya que miro a los del mismo sexo!
ResponderEliminarpara que el segundo video saliera bien habria que poner la minicámara en la billetera del hombre
ResponderEliminarVaya, veo homofobia y machismo... Interesante.
ResponderEliminarSí, de hecho somos muy homófobos, muy machistas y muy interesantes.
ResponderEliminar¿Cabe tanto ego en una persona? Realmente señor Pablo, cada vez me sorprenden más sus respuestas...
ResponderEliminarlo de señor va por mí?
ResponderEliminarPerdon, tiene usted razón, es un título que seguramente no merezca... Leáse sólo "Pablo" a secas...
ResponderEliminarllámame federico
ResponderEliminarA la atención de Federico
ResponderEliminar¿Le queda alguna absurdez más que aportar? ¿O ha terminado con la demostración? Está empañando el trabajo que se lleva a cabo en el Blog, ya que mucho se vanagloria de sus méritos o virtudes (de forma irónica, por supuesto) para más tarde dejar mucho que desear con sus intervenciones.
tomo nota.
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