Desde que Barça y Madrid acaparan la Liga todo es mucho más aburrido; ya no hay sitio para enmarcar jugadores en un álbum de cromos, para ver a equipos pequeños realizar gestas, para sentarse a ver un rato El Día Después sin que salga un grupo de desconocidos.
Si hasta ahora veía la Champions era porque en el Milan aun jugaban Seedorf, Inzaghi, Nesta y Ronaldinho. Los tiempos han cambiado, pero hubo un época en que Kiko no comentaba, Guardiola no entrenaba y Monchi no era un cazatalentos; hubo una época en que todos ellos jugaban al futbol; en la que el Valencia ganaba la Liga, el Depor la Copa en el Bernabeu y el Alavés jugaba la final de la UEFA; que el Espanyol jugaba en el Olimpico de Montjuic y el Mallorca en Son Moix; que Michel le tocaba los huevos a Valderrama y que cantábamos el gol de Alfonso a Yugoslavia casi tanto como el de Iniesta a Holanda. Para nostálgicos del buen fútbol como yo, del fútbol de la década de los 90, va dedicado este post abierto: